ETAPA 7: CALZADILLA DE BEJAR - SALAMANCA
Ayer durante la cena, pudimos charlar un rato y hablar de las curiosidades del Camino. Alejandro, el mas veterano es español pero lleva viviendo en Ginebra desde hace mas de 40 años. Es su primer Camino y lo empezó desde Suiza hace 3 meses. Es un señor delgado y que lleva el pelo afeitado.
Llegó a Santiago por el Camino del Norte y ahora está viajando hacia Cadiz. Le acompaña desde Galicia un chico de unos 40 años que lleva la mitad de su vida en Las Palmas de Gran Canaria, y es argentino. Alejandro no lleva teléfono y va escribiendo su diario. El argentino cuenta que le gusta cocinar para la gente, por lo que organiza las cenas o comidas cuando llegaa los Albergues. Dice que se fue uniendo la gente conforme iba corriendo la voz. Por la noche había preparado pasta carbonara con rúcula.
El chico alemán es del sur de Alemania y habla un poco español. Y el chico Ucraniano, el mas joven, también habla español, pero es mas serio.
A mi me toco dormir en una habitación de 10 literas pero que al llegar el ultimo me abrieron para mi solo. Un lujazo tener un baño y una habitación para mi solo por 13 euros que cuesta el albergue.
Soy el ultimo en levantarme, porque escucho a las 6 y media despertarse a los primeros. Cuando salgo de la habitación está marchándose el alemán y soy el último. Serán las 8 de la mañana.
Tengo que ajustar la maltrecha parrilla. Menos mal que guarde la tapa del tapper porque podré usarla para que haga de tope. Colocó todo en su sitio y salgo.
El pueblo es pequeño y no hay nadie en la calle. Hace fresco y llovisquea un poco. Voy tranquilamente rodando para coger el camino. Hay paz y tranquilidad.
Nada mas salir de Calzadilla el Camino va marcado por los Miliarios que se han ido pudiendo recuperando gracias a las asociaciones de amigos del Camino de Santiago.
Durante esta etapa se atraviesa la España vaciada, encontrandote con pequeños pueblos con poca población y envejecida como Valverde de Valdelacasa. Justo allí está la Iglesia de Santiago Apóstol.
Según me contó ayer Alejandro, tiene el Santiago peregrino mas antiguo reconocido y la iglesia, románica, es espectacular por dentro. Una vecina del pueblo, es la única que tiene la llave, que si se la pides te abre. Pero a estas horas no creo que me abran la puerta.
Con un poquito de lluvia se continúa por la carretera. De momento únicamente me he cruzado con tres peregrinos.
A los 10 km espero poder tomarme un café en Valdelacasa, el siguiente pueblo. Allí me encuentro con el chico Ucraniano que también quiere parar a tomar algo pero todavía el bar está cerrado por lo que yo sigo y le deseo Buen Camino!
Pasada Valdelacasa hay que tomar de nuevo el Camino de tierra.
Las flechas amarillas y la aplicación Buen Camino hace que no me pierda. Aun así a veces tengo que parar y retroceder en algún tramo.
Llego a Fuenterrobles de Salvatierra, otro pueblo que no hay nada abierto. Tengo que continuar. No veo a nadie más.
El Camino es ahora amplio y parece que quiere salir el Sol. Por tramos el camino se mete entre fincas y va desapareciendo.
Esto es lo que tiene la Vía de la Plata. Tienes que ir atravesando los campos, caminos y lugares por donde únicamente te encuentras naturaleza.
Ha llovido bastante y el suelo está con agua. Hay que ir buscando el mejor trazado para no meterse en el barro, aunque a veces eso es imposible.
El Sol va y viene y aprovecho cualquier ocasión para hacer fotos. Son momentos que disfruto como un niño!
Llevo casi 2 horas y 30 kilómetros sin haber desayunado así que en mitad del campo, saco lo unico que llevo de comer. Una lata de ensalada mediterránea y un bollo de pan del menú del restaurante de ayer.
Falta un poco mas de media etapa y se llega a un tramo en el que hay que elegir entre ir por el monte (pico) o pasar bordeando la finca.
Aqui se termina la autonomía de la primera bateria (35,5 km). Despues de todos estos dias voy ya aprendiendo a ser lo mas eficiente posible para que aguanté lo máximo posible.
Esto también hace que pueda pedalear en terreno llano o cuesta abajo intentando coger buena velocidad (entre 35 y 40 km) siempre que se pueda.
Esta variante se vuelve a unir en el pueblo de Morille, donde por fin encuentro un bar abierto y me puedo tomar un café calentito. El frio se nota en las manos y en los pies.
La bicicleta está echa polvo y con mucho barro y arena. En cuanto esté en Salamanca tendré que darle unos mimos y ponerla a punto.
Salgo de Morille y continuo por la carretera junto a una extraña oficina de turismo. Tengo unos 20 kilómetros pero me indica que casi todo el tramo es hacia abajo. Desde lo lejos se divisa ya Salamanca.
Esta última parte se me hace rápida en comparación con etapas anteriores y llego a la una a Salamanca por un buen carril bici que une el extrarradio con la ciudad.
Una vez en parte historia, no dejo de ver turistas y grupos de estudiantes. Acudo al albergue pero tiene un cartel que pone que abren a las 3 de la tarde.
Recuerdo de haber estado hace años en Salamanca y como en todos los sitios turísticos te metían buenos sabletazos.
Se hace la hora y voy a la puerta del albergue pensando que habría más gente esperando. Pero no hay nadie. Me abre una pareja de extranjeros que son los hospitaleros. No hablan español pero con el traductor nos entendemos. Tienen 70 y 75 años y llevan solo 5 dias aquí. Se quedan 2 semanas por lo que me dicen.
Aqui me dan una bolsa grande donde tengo que meter mi ropa. No sé puede subir mochilas a las habitaciones. Es la primera vez que me ocurre en un Albergue pero seguramente es debido a la higiene y así evitar chinches y bichos.
Entra también un señor de Mallorca. Me dice que acaba de llegar y que mañana empieza el Camino desde Braga (Portugal).
Después de recuperarme un poco, tengo que ir a una lavandería a lavar la ropa. Dos dias intensos con lluvia y barro hace que esté en las últimas.
Tambien aprovecho para ir a un lavadero de coches para quitar el barro a la bici y engrasada un poco.
Después de llevar la bici y la ropa limpia al albergue salgo a tomar algo. Compro agua y algo de comida.
Después de llevar la bici y la ropa limpia al albergue salgo a tomar algo. Compro agua y algo de comida.
Regreso al albergue. El albergue La Calera, está en el centro histórico junto a la catedral y el Huerto de Calixto y Melibea.
Abierto en 2004 esta bien conservado. Su precio es donativo, por lo que dejo 15 euros. Incluye también el desayuno. Tiene unos horarios muy estrictos cerrando a las 22h y se sale se 7 a 8 de la mañana.
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